viernes, 7 de diciembre de 2007

La suite inconclusa


Muchas veces uno se encuentra con libros inacabados. El tiempo o la paciencia se le agotó al autor antes de poder escribir FIN. A Irène Némirovsky también se le acabó el tiempo antes de concluir los últimos movimientos de su 'Suite francesa'. Aunque a ella más bien se lo cortaron de cuajo al enviarla a un campo de concentración. Ya sé que hace muy poco que escribí un post sobre esta autora rusa y afincada en París desde muy joven. Ya sé que hablé de su vida y de su último libro. Pero es que ayer por la noche acabé de leer 'Suite francesa' y siento que todavía me queda mucho por decir. Todo el libro es terrible. Muestra el éxodo de los habitantes de París, de las crueldades y egoísmos que se cometen en los tiempos de guerra, pero también de las bondades y rayitos de esperanza que demuestran algunos personajes. Hay amor, odios, sumisión, rebeldía, chivatazos... Pero sobre todo hay que valorar que ella fue capaz de retransmitir casi en tiempo real lo que ocurría en Francia al ser ocupada por los nazis. En la vida real ella era perseguida por su origen judío, pero los alemanes de su novela no eran ogros ni seres sin sentimientos. Supo separar, supo discernir entre la masa y los individuos, entre las buenas y malas personas independientemente de su nacionalidad. Fueron gentes como algunos de los personajes de sus libros los que la enviaron a ella a morir en un campo de exterminio. Sin embargo, ella tenía esperanza, tenía planes, proyectaba una Suite que continuaba con Cautividad, La batalla o Últimos movimientos. Todavía no sabía cómo iba a ser el desenlace de la II Guerra Mundial pero ya preparaba lo que le ocurriría a Jean Marie, Bruno, Lucile, Arlette... Por suerte, en el libro se han añadido todas esas notas, todos esos giros argumentales que Hitler no le dejó terminar. Por todo ello, y mucho más, el volumen entero es muy recomendable.

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