Prosigo en mi recuperación de Historias de la Historia (HdH) y, aprovechando que ediciones Sins Entido acaba de sacar un cómic sobre ella pongo la mirada en Alice Prin o Kiki de Montparnasse. Quizá el nombre no suene demasiado pero todos conocemos su espalda y trasero, que Man Ray inmortalizó en su 'Violín de Ingres'. ¡Sí, esa! La amante y musa del fotógrafo surrealista tuvo una vida que todos hubiésemos envidiado o repudiado por momentos. Con unos orígenes más que humildes, Kiki se hizo un hueco en la bohemia parisina de los años 20. Se codeó con los artistas más importantes del momento -de Ray a Breton, Picasso o Hemingway-, posó desnuda para muchos de ellos y se convirtió en la amante de más de uno. Inluso hizo sus pinitos en la pintura y participó en alguna película. Eran los felices años veinte y Montparnasse un hervidero de pintores, poetas o músicos. Sin embargo, la Gran Depresión pasó factura a Kiki. A partir de los años treinta, intentó seguir con su ritmo de vida y cantando las mismas canciones picantes que antes habían sido la delicia de su público. Murió en 1953 por problemas con el alcohol o las drogas y desde entonces, en su lápida, en el cementerio de Montparnasse, puede leerse: "Kiki: actriz, cantante, pintora, reina de Montparnasse".
Más en wikipedia.
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