domingo, 30 de septiembre de 2007

Negros

Creo que era Alejandro Dumas el que, apenado por la muerte de su 'negro', recibió una extraña visita. "Señor, soy el negro de su negro", aseguró el desconocido. Y ya no había por qué preocuparse más. La imprenta podía seguir activa.
Dos siglos después, las historias de negros están a la orden del día. ¡Qué se lo digan a Ana Rosa! La última que se ha sabido es la de Sánchez Dragó. El pobre "no tiene tiempo" para minucias como ponerse a escribir... Al menos, nos proporciona unas carcajadas.

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