Ser o no ser

Definitivamente, ésa es la cuestión. Por lo visto, y según algunos actores e investigadores, Shakespeare no es Shakespeare. Y nos lo dicen así. Que en verdad debía ser un seudónimo, pues el verdadero William Shakespeare era un plebeyo analfabeto totalmente carente del bagaje que sería necesario para escribir sus obras. La verdad es que tanto monta que se llamase así, que fuese su nombre artístico; sin embargo, a mí estas noticias siempre me hacen replantearme cosas. Y es que ni los conocimientos que se dan como fidedignos están libre de ser rebatidos. La ciencia no para de desmentir avances que antaño revolucionaron la concepción del mundo. Materias como la arqueología se montan y desmontan con cada fragmento de hueso o de piedra que aparece. Y ahora, Shakespeare. Uno ya no sabe que creer.